Ya hace
algún tiempo me encontré con una de esas joyas que sólo puedes encontrar de una
manera, por casualidad. Se trata de Miniaturas, un micro espacio de Radio 5, presentado
por Gonzalo Ugidos, en el que hace un breve apunte sobre variados hechos
de índole histórica, bajo una excelente melodía
de Michael Nyman.
Pues bien,
para todos aquellos que les guste la historia o simplemente les interese
conocer esos pequeños detalles relevantes que han marcado la misma tal y como
la conocemos, me dispongo desgranar esta compilación de breves eventos
históricos y así dar a conocer todo aquello que no cuentan en otros sitios.
LA HEROÍNA
La heroína
(un derivado de la morfina, originada a partir de la adormidera, de la que se
extrae el opio) fue patentada en 1897 como remedio contra el catarro. Su
inventor Heinrich Dreser, era un farmacéutico alemán que trabajaba para
la Bayer. Había inventado también la aspirina, pero Dreser creía que era mucho
menos eficaz contra el resfriado que la sustancia derivada de la morfina que
acababa de descubrir. Estaba convencido de que su nueva sustancia, que había
experimentado en sí mismo, tenía efectos heroicos en la salud.
La
comercializó en 1898 bajo el nombre de heroína. En pocos meses se generalizó
como ingrediente de pastillas, elixires y bebedizos. Se hizo muy popular en los
Estados Unidos, Los periódicos médicos pregonaban sus virtudes y aseguraban que
no era hipnótica ni provocaba adicción. En los seis años siguientes se
publicaron en el mundo más de 180 estudios clínicos, casi todos entusiastas.
Poco tiempo después empezaron a llegar informes de consumidores inmunes a la
nueva droga que necesitaban dosis crecientes. En 1913, Bayer tuvo que parar la
producción. Por entonces muchos hospitales americanos estaban saturados por un
nuevo fenómeno de adicción masiva, había demasiadas viejecitas yonkis.
WINSTON
CHURCHILL
James
Sanders un veterano de la batalla de Inglaterra, reveló en el año 2000 como
había salvado a Wiston Churchill (político y estadista británico,
conocido por su liderazgo del Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial) de
una muerte segura a manos de su esposa.
Pocas
semanas antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, durante una visita a
los cuarteles de la fuerza aérea británica en Croydon, a Clementine Churchill
le estaban enseñando el armamento de un Gloster Gladiator (un cazabombardero).
Su marido, que todavía no era primer ministro, se estaba agachando frente a una
de las ametralladoras del avión cuando, según James Sanders, sin darse cuenta
la señora Churchill apoyó su dedo en el botón de disparo. James Sanders, el
anfitrión de la señora Churchill, no tuvo más remedio que perder las buenas
maneras y pecar de descortés, porque sin pensarlo dos veces dió un manotazo al
brazo de Clementine. Eso salvó la vida de su marido, que era entonces 1er Lord
del Almirantazgo y que un año después fue elegido primer ministro.
LA PESTE
NEGRA
En la Edad Media las marmotas eran muy
apreciadas por su piel. Esa fue la causa de la mayor mortandad de la historia
porque esos roedores, parecidos a las ardillas, extendieron la peste negra por
toda Europa. En el año 1348 la misteriosa enfermedad penetró en Europa como un
azote bíblico y la convirtió en un campo de muerte. En sólo cuatro años, los 75
millones de habitantes que había en Europa se redujeron a 50 millones.
La marmota era objeto de un activo
comercio en toda Asia, a través de la ruta de las caravanas. Lo malo es que
eran los agentes trasmisores del bacilo de la peste. Las pulgas parásitas, al
chupar la sangre infestada de las marmotas, ingerían los bacilos y luego
picaban al hombre. Los mogoles a través de sus relaciones comerciales y de sus
enfrentamientos militares, trajeron el bacilo a Europa, concretamente a la
colonia genovesa de Kafa en Crimea y el mal se propagó a velocidad de espanto. El
bacilo de la peste, no fue descubierto hasta 1896 por el médico suizo Alexandre Yersin, que nos quitó un buen
peso de encima, desde entonces se fumigan los barcos para eliminar los
roedores.
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