Imágenes curiosas

lunes, 28 de julio de 2014

OOPARTS




OOPArt es el acrónimo en inglés de out of place artifact (‘artefacto fuera de lugar’ en español). Es un término acuñado por el naturalista y criotozoólogo estadounidense Ivan T. Sanderson (1911-1973) para denominar a un objeto de interés histórico, arqueológico o paleontológico que se encuentra en un contexto muy inusual o aparentemente imposible que podría desafiar la cronología de la historia convencional.

Este término es raramente usado por los principales historiadores o científicos. Su uso se limita en gran parte a criptozoólogos, los defensores de la teoría de los antiguos astronautas, creacionistas de la Tierra joven y entusiastas de lo paranormal. El término se utiliza para describir una amplia variedad de objetos, desde anomalías estudiadas por la ciencia convencional hasta para la pseudoarqueología muy lejos de ser convencional, incluso para los objetos que se han demostrado ser engaños o tener explicaciones mundanas.

Los críticos argumentan que los ooparts que no son engaños son el resultado de una interpretación errónea, una ilusión, o una creencia errónea de que una cultura particular no podría haber creado un artefacto o tecnología debido a la falta de conocimiento o de materiales. Los seguidores consideran a los ooparts como prueba de que la ciencia convencional está despreciando grandes áreas de conocimiento, ya sea voluntariamente o por ignorancia.

Muchos escritores e investigadores que cuestionan las visiones convencionales de la historia de la humanidad han utilizado a los supuestos ooparts en los intentos de reforzar sus argumentos. La ciencia de la creación se basa en la supuesta anomalía se encuentra en el registro arqueológico para desafiar a los modelos científicos de la evolución humana. Los ooparts se han utilizado para apoyar a las descripciones religiosas de la prehistoria, teorías de los antiguos astronautas, o la existencia de civilizaciones desaparecidas que poseían conocimiento y tecnología más avanzada que la nuestra.

Interpretación popular

El término ha sido ampliamente utilizado para refutar teorías como la teoría de la evolución o la estimación científica de la edad de la Tierra. Los ooparts también se han utilizado por los aficionados a la ufología y otras pseudociencias como base para la teoría de que la humanidad habría sido fundada y/o alterada por civilizaciones extraterrestres mucho más avanzadas o evolucionadas (creacionismo alienígena), ya que desde su punto de vista algunos de los pueblos antiguos poseerían, precisamente por este motivo, conocimientos científicos en determinadas áreas al menos tan avanzados como los actuales, así como tecnología insólita para su tiempo. Por otro lado, la consideración de oopart depende en gran parte de los conocimientos que se dominan de un periodo histórico, por ello es tan relativa como la veracidad de las teorías de quienes lo utilizan como argumento.

Interpretación científica

Si bien es cierto que las características aparentemente extraordinarias de algunos de estos objetos aún no poseen una interpretación desde la arqueología, paleontología u otras áreas de estudio, o bien fueron catalogados como ooparts para luego salir de esta clasificación, en general la comunidad científica se muestra escéptica frente a las interpretaciones que califican a estos objetos como "fuera de lugar". Un gran número de estas han sido refutadas como productos de fenómenos como el palimpsesto, la pareidolia, la falsificación o simplemente la ignorancia respecto a las culturas que produjeron el objeto en cuestión.

Ejemplos

Aquí os dejo algunos de los muchos ejemplos de ooparts que se han ido descubriendo a lo largo de la historia por toda el planeta.

La Pila de Bagdad

La pila original y sus partes

En 1936, durante unas excavaciones en una colina de Kujut Rabua, una aldea al sureste de Bagdad (Iraq), los trabajadores del Departamento Estatal Iraquí del Ferrocarril descubrieron una vieja tumba cubierta con una losa de piedra. 

Durante dos meses, el Departamento Iraquí de Antigüedades extrajo de allí un total de 613 abalorios, figurillas de arcilla, ladrillos cincelados y otras piezas. Fueron fechados en el período de los partos (casi quinientos años entre 248 a. C. y 226 d. C.). 

También hallaron unos recipientes muy singulares de arcilla, con forma de jarrón y de color amarillo claro. En su interior había un cilindro de cobre, fijado con asfalto a la embocadura del cuello. Dentro del cilindro había una vara de hierro.

El recipiente medía 13 cm de alto por 4 cm de diámetro, mientras que el cilindro de cobre medía 9 cm de alto por 2,6 cm de diámetro. La vara de hierro sobresalía 1 centímetro y daba la impresión de haber estado revestida de una fina capa de plomo.


Recreación de la Pila de Bagdad

En ese año (1939), el arqueólogo alemán Wilhelm König, entonces a cargo del Laboratorio del Museo Estatal de Bagdad, lo identificó como una probable pila eléctrica. Describió su hallazgo en el 9 Jahre Irak, publicado en Austria en 1940. El primer análisis de este objeto consistió en introducir en su interior un electrolito, y conectarle una lámpara, que se encendió muy débilmente. El informe oficial que se redactó después decía que este objeto se comportaba exactamente igual que una pila eléctrica moderna.

En contra: El arqueólogo König no mostró con qué material se podrían haber unido las “baterías”, ya que entre los miles de objetos arqueológicos encontrados en Mesopotamia no había ningún objeto metálico transmisor de la corriente eléctrica (como un alambre de hierro) de longitud suficiente para unir varias de estas “pilas”. König sostuvo que el objetivo de estas baterías era proporcionar la electricidad necesaria para realizar galvanización con oro y plata (aunque hasta el momento no se ha encontrado ningún objeto antiguo galvanizado).

Para König y Gray no había nada más fácil que afirmar que estos recipientes eran pilas. Sin embargo, la hipótesis de las pilas es insostenible: no se encontraron restos, ni siquiera trazas, de ningún electrolito dentro de los cilindros de cobre. Si estos recipientes se hubieran utilizado como generadores de tensión, deberían haber contenido algún electrolito, el cual, aunque hubiese pasado mucho tiempo, se habrían podido detectar en la actualidad. Además, tampoco se encontró el alambre necesario para hacer uso de las pilas.

El hecho de que al agregar sulfato de cobre como electrolito se haya generado una diferencia de potencial de 1,5 V, no implica que realmente se hubiesen utilizado como baterías, ya que cualquier otro recipiente que contenga dos metales puede generar una tensión eléctrica mínima si se le agrega algún elemento electrolítico. El experimento del ingeniero Willard Gray (galvanizar en dos horas una estatuilla de plata con electrolito de zumo de uva) resultó ser falso. La pila de Bagdad podría haber generado como máximo 10 mA. Entonces para depositar 10 g de oro teóricamente serían necesarios casi 6 días de trabajo continuo (y 10 días para depositar 10 g de plata). En la práctica este tiempo se puede duplicar o triplicar.

Si se agrega vino, vinagre u otro ácido, la varilla de hierro se desintegraría en poco más de 1 año. No obstante esas varillas han llegado hasta nuestros días, clara muestra que no se utilizó ese par galvánico. Aquellos que consideran que este artefacto era efectivamente una pila eléctrica, la califican de oopart (acrónimo en inglés de out of place artifact: artefacto fuera de lugar). Los escépticos en cambio piensan que el jarrón sólo servía para guardar pergaminos y cosméticos.

El 11 de abril de 2003, durante la Invasión de Iraq, el Museo Nacional de Iraq en Bagdad, fue asaltado y saqueado. Durante aproximadamente tres días muchas de las piezas de incalculable valor histórico fueron destruidas o robadas. Este es el caso de las “baterías de Bagdad”. Aunque algunas versiones afirman que estas pudieron ser retiradas para su protección por el mismo gobierno Irakí como medida de protección ante los bombarderos, los más escépticos consideran que estas pasaron a formar parte del tráfico ilegal de antigüedades mesopotámicas. Actualmente se desconoce su paradero.

El minitúnel de Noruega

Los descubridores de este hallazgo fueron Buddy Broyt y Ole Gunnar Krovel mientras realizaban una excavación en Noruega bajo las órdenes de la empresa KA Aurstad Volda para la construcción de un Centro Quiropráctico. La excavación se realizaba cerca de un acantilado de piedra sólida. Cuando estaban a varios metros de profundidad y al retirar sedimento suelo, Krovel, se encontró con un desconcertante agujero en forma de estrella de siete puntas y unos 6 cm de diámetros, además de muy suave y pulido. Extrañado Krovel retiro cuatro metros de roca para saber donde acababa el agujero pero sorprendido observó que el extraño agujero se adentraba en las montañas de los fiordos del Noroeste. En la opinión de este experto excavador en sus más de 30 años de profesión nunca antes había visto algo parecido.

 Imagen en detalle del agujero de Noruega.

Los responsables de la obra nunca pudieron dar una explicación a la presencia del agujero y otros geólogos de la región como Einar Anda, no pueden más que mostrar su perplejidad ante el asunto y que produjo el enigmático y diminuto túnel.

Hasta el momento se han establecido tres explicaciones posibles, y ninguna de ellas definitiva:

Cristales: Aduce que el agujero estaba compuesto probablemente por un cristal que fue disuelto por el agua durante miles de años y el agujero se formo por una espectacular coincidencia del azar. En contra tenemos que el agujero se adentra en la montaña de forma recta y luego se desvía a la derecha de manera intencionada.

Artificial: El agujero se produjo en 1930 cuando se uso la zona como una cantera. Al parecer hay martillos neumáticos que utilizan seis piezas unidas de broca que pudieron ser montadas de forma horizontal formando así el agujero. De esta manera un taladro que gira y martilla con seis puntas, puede dejar esa forma. En contra tenemos la longitud del agujero que es imposible para cualquier herramienta de este tipo.

Civilización: Esta teoría postula que una antigua civilización desaparecida pero avanzada creo y fue el elaborador del agujero. En contra aparte de ser muy imaginativa esta una pregunta básica ¿con que fin?.

La Lupa Egipcia de 4.800 años

Se trata de un objeto realizado en cristal de roca encontrado en Heluan, Egipto, concretamente en la tumba del faraón Semempses. El objeto se considera actualmente como una lupa y está expuesto en el Museo Británico. Es una lupa de perfección absoluta y se cree que se utilizaba para observar el cielo, pero en lugar de ofrecer respuestas, ofrece muchas preguntas.


La lente tiene una perfección inédita para la época

Si el faraón Semempses, llegó a idear instrumentos para ampliar la imagen como en telescopios o microscopios, se trataría de una proeza increíble. Y lo sería no sólo por la perfección que se necesita para conseguir una lente operativa, sino también por lo necesario para pulir el cristal, el oxido de cerio, que no se descubrió hasta 1803 por el alemán Jakos Berzelius.



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